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Seguramente, no encontraremos al chorizo ibérico dentro de la lista de alimentos “fitness” o en las recomendaciones de tu entrenador. Pero, también es cierto que sobre el delicioso chorizo ibérico se ciernen muchos mitos en relación a su contenido calórico.

Por muchos años se han satanizado los productos cárnicos acusándolos de ser alimentos ricos en grasas no saludables y de baja calidad nutricional. Sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que la carne de cerdo ibérico y sus productos, son de gran valor nutricional.

En una pieza de chorizo ibérico se mezclan de manera prodigiosa los cortes más delicados del cerdo y las especias más exquisitas del mundo. Contrario a la leyenda urbana más infame, el chorizo no se prepara con las piezas de desperdicio o lo que “no se vende del cerdo”.

Un chorizo ibérico es una pieza extremadamente delicada y cuyo proceso de elaboración utiliza las carnes más magras y la grasa más suave. Es decir, aquella con menores puntos de fusión y que puede derretirse de manera más acelerada.

Esta selección hace posible que el producto mantenga su forma y estructura cuando está fresco. Además, son los ingredientes que mejor reaccionan al proceso de curado para darnos uno de los mejores embutidos de la gastronomía ibérica.

Veamos cuáles son los aportes nutricionales del chorizo ibérico, así como sus efectos en la dieta diaria y su proceso de elaboración.

¿Por qué comprar chorizo ibérico? Valores nutricionales

Los embutidos han estado dentro de la lista de proscritos en los formularios de recomendaciones de los médicos por años. Su alto contenido en sal, ácidos grasos y conservantes químicos, han sido las razones para ser los primeros caídos en la batalla por la salud.

Esta injusticia se debe principalmente a los procesos industrializados de muchas chacinas comerciales. En algunos productos, la masificación de la fabricación ha llevado a algunos fabricantes a torcer el camino de las recetas tradicionales.

No obstante, el chorizo ibérico se ha preparado de la misma manera por generaciones, con un solo principio básico: la calidad. El chorizo ibérico no utiliza conservantes químicos o especias para enmascarar el sabor. Tampoco utiliza procesos de salazón con productos dañinos como el glutamato monosódico, eritrosina y otros colorantes artificiales. 

La selección de carne magra, grasa de baja densidad y especias naturales le da una consistencia, un sabor y un bajo contenido de grasas saturadas. En 100 gramos de chorizo hay aproximadamente 320 calorías y los siguientes aportes nutricionales:

  • 27 gr de proteína
  • 1.90 gr de azúcares
  • 2.10 mg de hierro
  • 13.10 gr grasas monoinsaturadas
  • 2.5 gr de grasas poliinsaturadas
  • 270 mg de fósforo
  • 180 mg de potasio
  • 10.30 mg de magnesio
  • 2.1 mg de manganeso

Estos valores pueden variar de acuerdo al proceso de elaboración, curado o condimentado. Sin embargo, si comparamos 100 gramos de chorizo ibérico con otros alimentos “más sanos” podemos sorprendernos. Por ejemplo, he aquí algunos contenidos calóricos de 100 gramos de otros productos:

  • Aguacate: 322 calorías 
  • Atún en conserva: 294 cal 
  • Pipas de calabaza peladas: 577 calorías 
  • Avellanas tostadas sin sal: 781 calorías 

El secreto del excelente aporte nutricional del chorizo ibérico reside en dos variables fundamentales: los ingredientes y la forma de preparación. Veamos el proceso de preparación del chorizo ibérico Ceballos Maya.

¿Cómo se prepara un chorizo ibérico?

Hasta hace muy poco tiempo, se pensaba que dentro del chorizo iban aquellas partes del cerdo sin ningún valor comercial. Para algunas personas, el chorizo se hace con las piezas de más baja calidad.

Contrariamente a este error de apreciación, dentro de un chorizo ibérico se usan los cortes más magros y la grasa más suave. La carne con menor contenido graso puede pasar por los procesos de picado de una manera más eficiente.

Asimismo, la grasa agregada a la preparación debe tener el menor punto de fusión para que pueda derretirse por completo en el curado o cocción. Por otro lado, la delicada capa protectora del chorizo es extremadamente frágil y podría romperse con trozos duros, sin cocer o con bordes rígidos.

En cuanto a la mezcla de saborizantes, en Ceballos Maya utilizamos una mezcla de especias que realzan el sabor sin predominar en el gusto. Sal, pimentón y hierbas 100% naturales se muelen y mezclan con la carne para producir una masa suave y delicada.

Es por ello que en cada chorizo se puede apreciar el más puro sabor y aroma del cerdo ibérico sin sabores agresivos o predominantes. Adicionalmente, esta mezcla natural elimina el clásico efecto gástrico del chorizo y las chacinas, en general.

Los chorizos ibéricos de Ceballos Maya se preparan combinando a la perfección las más ancestrales recetas con la máxima innovación tecnológica para producir el más exquisito sabor en cada bocado.  

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